I LIGA PULPADEL

En una fría tarde de otoño, mientras los fantasmas y brujas se preparaban para su gran noche, la I Liga Pulpadel celebró un partido que resultó ser más aterrador que cualquier historia de terror que hayamos escuchado.

Fran y Manu, con su última victoria en la liga aún fresca en sus mentes, estaban ansiosos por seguir acumulando triunfos, como si estuvieran en busca de algún tipo de conjuro mágico para aumentar su racha ganadora. Mientras que Pedro y Angel, con el ánimo de darle un giro a su suerte, estaban dispuestos a lanzar todo tipo de hechizos con sus palas de pádel.

El primer set se desarrolló con una intensidad digna de una película de suspenso. Las cuatro almas valientes, o mejor dicho, pádelistas, defendían cada pelota con la ferocidad de una manada de zombies hambrientos. Los golpes iban y venían como espíritus inquietos en el más allá. Pero, como en cualquier buena película de horror, pequeños detalles a favor de Fran y Manu inclinaron la balanza hacia su lado, y se llevaron el set por un aterrador 6/3.

El segundo set prometía ser aún más espeluznante. Ambas parejas desataron sus habilidades sobrenaturales y se lanzaron a la cancha como vampiros sedientos de sangre. Cada punto era una batalla feroz entre los poderes de la oscuridad y la luz. Pero, una vez más, un único break fue suficiente para que Fran y Manu se impusieran, dejando a Pedro y Angel en la penumbra con un 6/4.

Con su segunda victoria consecutiva, Fran y Manu avanzan como fantasmas vengativos que buscan redimirse. La liga no sabe qué les depara en el futuro, pero una cosa es segura: han lanzado un hechizo sobre la competencia y se acercan a los líderes de la clasificación, extendiendo su dominio como si fueran los amos de un castillo encantado.

Así, en esta noche de Halloween, el pádel nos ha demostrado que, en ocasiones, puede ser aún más aterrador que las criaturas que acechan en la oscuridad. Y mientras los murciélagos revolotean sobre la cancha y los fantasmas del pasado observan con interés, los aficionados esperan ansiosos para ver qué otros misterios y horrores les depara la I Liga Pulpadel en las próximas noches embrujadas.