5 trucos para volver a la rutina de entrenamiento con sobresaliente

Hace poco que se acabaron las vacaciones. Aún sueñas con despertarte con el sonido del mar y no con el infernal despertador. Has cambiado el desayuno placentero por un café con prisas y cada vez que piensas en volver a entrenar te echas a temblar. Tranquilo, tenemos 5 trucos que harán que volver a la rutina de entrenamiento sea un camino de rosas y no de espinas.

 

1. Sé flexible con el horario y no te presiones

Después de unos días de descanso en los que probablemente has roto parte de los hábitos diarios como el del sueño, es muy importante tirar de paciencia. Es normal que al principio cueste volver al punto de partida en el que te encontrabas antes de tomarte un respiro, no te presiones. La clave es ser constante, no un fustigador contigo mismo o de lo contrario acabarás aborreciendo esa pasión que tanto amas ya que se convertirá en un foco de conflicto y no de placer.

Si a ti lo que te gusta es entrenar por las mañanas pero ahora mismo se te pegan las sábanas día sí y día también no te preocupes, ¡hay solución! Un truco que no falla es cambiar progresivamente el horario de sueño. Comienza levantándote media hora antes y por supuesto yéndote también a la cama antes. Tu cuerpo se irá acostumbrando mejor que si de golpe y porrazo pasa de levantarse todos los días a las 9 de la mañana para hacerlo a las 6.

Además, si puedes ir poniendo en práctica este ejercicio días antes de volver a la rutina será mucho más efectivo.

2. Prepara la ropa deportiva con antelación

Para evitar que cuando llegue la hora de entrenar empieces a batallar con los gritos del sofá y las excusas, lo mejor que puedes hacer es dejar preparada tu ropa deportiva con antelación. Así cuando llegues de la oficina no darás pie a pensar “uf, y ahora ¿dónde están las zapatillas? ¿Y la pala de pádel?” Lo tendrás todo listo para la acción y no escucharás a la vaguería hacer de las suyas.

Este tip es perfecto también si entrenas por la mañana. Cuando suene el despertador no te morirás de la pereza al pensar en todo lo que tienes que preparar sino que solo tendrás que levantarte y salir directo a la cancha.

3. Come de forma saludable

Todos cometemos excesos en los días de descanso y caen más cervecitas y tapas de las que esperamos. La alimentación juega un papel fundamental en cualquier tipo de entrenamiento ya que es la fuente de gasolina que hace que nuestro cuerpo se mueva.

Cuanto más sana y equilibrada sea la alimentación dispondrás de mayor energía. Aumenta el consumo de fruta y verduras, reduce las grasas e hidrátate aunque no tengas sed. En numerosas ocasiones creemos que tenemos hambre cuando en realidad lo que nos pide el cuerpo es agua.

Es importante tomar algún alimento antes de entrenar como un plátano o frutos secos para tener la carga de energía suficiente para rendir en el entrenamiento. Una vez acabada la sesión también es clave tomar algún alimento con alto índice en proteína para ayudar a la recuperación de los músculos. De este tema tan interesante hablaremos en profundidad en futuros artículos.

 

4. Márcate un objetivo

La mejor motivación que te ayudará a recuperar la rutina de entrenamiento es tener un objetivo en mente. Mejorar la clasificación en el próximo torneo de pádel, ganar al equipo rival en el torneo de fútbol del barrio o simplemente acabar con el sedentarismo.

Sea cual sea el objetivo tenlo presente cada vez que llegue el momento de calzarte las zapatillas y salir a entrenar. Recordar la razón por la que haces ese esfuerzo y no te rindes en el sofá a comer patatas fritas mientras ves tu serie favorita, te dará el empujón extra de motivación.

Además, ponle fecha. No es lo mismo decir “quiero ganar algún partido esta temporada” a “vamos a ganar el partido del mes que viene”. Teniendo una fecha límite no hay cabida a procrastinar y dejar las cosas para mañana porque quizás no tengas tiempo.

 

5. Vuelve a entrenar de forma progresiva

Cuando se está un tiempo sin entrenar es inevitable perder forma física. Para evitar lesiones o frustrarte por no aguantar un entrenamiento que hace un mes lo hacías sin sudar, es importante que empieces a entrenar de nuevo de forma progresiva.

No quieras andar todo el camino en un solo día. Tienes que darle tiempo a tu cuerpo a volver a acostumbrarse al esfuerzo y a las cargas de trabajo.

Puedes volver a la rutina de entrenamiento con sobresaliente o con un aprobado raspado. Todo depende de cómo te plantees tu objetivo, la forma de entrenar y la calidad de tu alimentación. Pequeños pasitos recorren más distancia que querer hacerlo todo de un solo salto.

 

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